La fusión Delta-Northwest tiene alas internacionales
El acuerdo rediseñará las alianzas en el sector aéreo. Los consumidores no siempre ganan
Tras tres meses de idas y vueltas, Delta Air Lines Inc. y Northwest
Airlines Corp. acordaron fusionarse en un acuerdo que creará
la mayor aerolínea del mundo, por términos de tráfico, si recibe el visto bueno de los reguladores y supera la posiblemente intensa oposición de los empleados.
Pese a que la fusión entre Delta y Northwest está principalmente enfocada en impulsar su negocio en el feroz mercado estadounidense, podría tener un gran impacto en las alianzas globales dentro del sector aéreo y afectar a viajeros de todo el mundo.
Con la operación, es improbable que el grupo aéreo Air France-KLM SA, que en su día había considerado invertir hasta US$750 millones en una posible unión entre Delta y Northwest, adquiera dicha participación en la empresa combinada.
Pero incluso sin una inversión, los lazos transatlánticos se fortalecerían.
Las dos aerolíneas europeas, Air France y KLM Royal Dutch Airlines, ya son socias, respectivamente, de Delta y Northwest. La semana pasada, las cuatro líneas aéreas recibieron la aprobación provisional por parte del Departamento de Transporte de Estados Unidos para cooperar en vuelos y fijación de precios para servicios que crucen el Atlántico.
La concesión de semejante inmunidad antimonopolio permite a las aerolíneas compartir información sobre planes estratégicos y unirse en maneras que de lo contrario se considerarían ilegales. Eso les aportaría los beneficios de una fusión sin los dolores de cabeza de una integración.
Hans de Roos, vicepresidente de alianzas de KLM, dijo que la combinación de las cuatro compañías "haría que nuestra oferta de producto sea mucho más fuerte, y si nuestros socios estadounidenses recuperan la salud, nos hacen a nosotros más competitivos en el desafiante mercado actual".
Sector cambiante
El acuerdo entre Delta y Northwest también podría dar lugar a otras fusiones. A su vez, esas potenciales uniones podrían causar más cambios en el sector.
Muchas de las mayores aerolíneas del mundo pertenecen a una de las tres grandes alianzas: SkyTeam, Star y oneworld. Estas agrupaciones son básicamente uniones de marketing a través de las cuales las aerolíneas coordinan sus horarios de vuelo, combinan sus programas de fidelidad y proponen contratos conjuntos a grandes clientes corporativos.
Las alianzas ofrecen a las aerolíneas miembro un mejor acceso
a los mercados internacionales. Las líneas aéreas estadounidenses permiten que sus socios extranjeros conecten con vuelos nacionales en EE.UU. en aeropuertos a las que difícilmente tendrían acceso. Estas conexiones en el mercado estadounidense son vitales para las aerolíneas globales de Europa
y Asia.
Continental Airlines (miembro de SkyTeam con Delta, Northwest, AirFrance y KLM), ha mantenido conversaciones sobre una posible fusión con United Airlines de UAL Corp., un miembro de Star Alliance, según fuentes cercanas.
Pero Continental también ha tenido un acercamiento con American
Airlines, de AMR Corp., fundadora de oneworld, dicen otras fuentes. Estas últimas aseguran que es más probable que Continental se asocie con United que con American, aunque todas las negociaciones se encuentran en una fase preliminar. Si Continental se fusiona con United, probablemente sustituiría su alianza en SkyTeam por Star Alliance.
"Si ambas fusiones salen adelante, tendríamos un gran centro
de tráfico de cada alianza en el área de Nueva York", dice Craig Jenks, director de Airline/Aircraft Projects, una firma de consultoría del sector de la aviación en Nueva York.
¿Y los consumidores?
Sin embargo, es posible que demasiada consolidación, entre las aerolíneas y dentro de las alianzas, no sea buena a largo plazo para los consumidores, aseguran los analistas.
Como ejemplos, basta fijarse en los casos recientes de Europa. Swissair y la belga Sabena colapsaron a fines de 2001. Air France compró KLM en 2004. La alemana Deutsche Lufthansa adquirió en 2005 al sucesor de Swissair, Swiss International Air Lines.
Muchas de las otras aerolíneas europeas, como Austrian Airlines Group, Scandinavian Airlines System y la italiana Alitalia, se han reducido debido a la creciente competencia o se han convertido en un blanco de Air France o Lufthansa.
Hubert Hora, un consultor de aviación en Phoenix, advierte que vínculos más profundos entre las grandes aerolíneas de Europa y EE.UU. podrían traducirse en tarifas más altas y menos opciones para la mayoría de pasajeros.
"Si un grupo dominado por Air France y otro dominado por
Lufthansa acaban por controlar el Atlántico Norte, cada uno se quedaría con aproximadamente 45% del mercado", explica Horan. Para la gente que vuela a y desde Europa, "es algo simplemente anticompetitivo", concluye.
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